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Degenerando el GÉNERO

Perspectiva de género en todo lo que vemos, tocamos y vivimos.
Basándome en el  escrito  de  Marta  Lamas  “Usos,  dificultades y posibilidades de la categoría género[i][ii]  Analizo esta frase: …”Veremos que la dicotomía hombre/mujer, es más que una realidad biológica, una realidad simbólica o cultural. Esta dicotomía se refuerza por el hecho de que casi todas las sociedades hablan y piensan binariamente, y así elaboran sus representaciones”. ”El cuerpo es la primera evidencia incontrolable de la diferencia humana”.


“Lo que define al género es la acción simbólica colectiva”. Mediante el proceso de constitución del orden simbólico en la sociedad, se fabrican las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres”. ”El género como categoría analítica se convirtió en un importante instrumento de análisis dado que era un concepto constitutivo de la desigualdad de las reacciones sociales por sexo y denunciaba las relaciones de poder”
El establecer la categoría de género, la diferenciación del sexo biológico y la construcción cultural y educacional a partir de la perspectiva de género, contribuyó a que se comenzara a visibilizar a las Mujeres como personas y los Hombres también como personas que somos entre todos y todas únicos/as e irrepetibles, ya que hasta ese momento sólo contaba el género masculino con esa concepción. Por otra parte distinguir que el género tanto femenino como masculino son construcciones culturales y la base para fundamentar los derechos y garantías que se comenzaron a conseguir y luchar por parte de todas las Mujeres.
Alrededor de la década de los 70 las feministas anglosajonas comenzaron a acuñar el término de “género” que se ha utilizado para referirse a la construcción cultural y social de los comportamientos, actitudes y sentimientos de hombres y mujeres.
El concepto de género pretendía ponerle fin a las explicaciones derivadas de las determinaciones biológicas y poner eje en la construcción cultural de la diferencia entre los sexos.
Denunciaba las relaciones de poder. Según Maquerema D’Angelo componentes del género:
  • Identidad de género
  • Atribuciones de género
  • Ideología de género
Artículo de Mujeres en Red “¿Qué es la perspectiva de género y los estudios de género?”
Basado en una entrevista a Susana Ganba, activista feminista actual, desde este artículo se desprende que el género es una categoría transdisciplinar  que desarrolla un enfoque globalizador y remite a los rasgos y funciones psicológicas y socioculturales que se le atribuye a cada uno de los sexos en cada momento histórico y en cada sociedad. La problematización de las relaciones de género logró romper con la idea del carácter natural de las mismas.
El concepto de género aún cuando ya en 1949 aparece como explicación en “El segundo sexo de Simone de Beavoir” el término género sólo comienza a circular en las ciencias sociales y en el discurso feminista con un significado propio y como una acepción específica (distinta a la caracterización tradicional del vocablo que hace referencia a tipo o especie) a partir de los años setenta.
Todos estos conceptos refuerzan y demuestran que el género no sólo es una perspectiva biológica, ni de igualdad genérica, sino que viene a traer la diferencia presente, articulaciones de poder y de convivir y construir desde las diferencias.
DÉCADA DE LOS 80
La desestructuración del género en la Década del 80, donde se expresa la crisis de la modernidad y la aparición del posmodernismo. Comienzan las organizaciones feministas a dar el debate de reformulación del género con la crisis de identidades.
Surgen dos enfoques que serán la base de las reformulaciones, el feminismo cultural y el feminismo posmoderno. El debate comienza a tener referencias de demostración que el ser diferentes que los Hombres por características que así las tenemos no significan ni da a lugar a que se tome como rasgos inferiores a los masculinos. Comienza a tomar relevancia las condiciones de MUJER, PERSONA, y de igualdad de derechos y oportunidades.
Reformulando los conceptos desde las diferencias se suman las Mujeres lésbicas y de razas diferentes. Comienza a tomar relevancia la categoría Universal de la Mujer.
En la desestructuración del género, comienzan a darse las miradas culturales desde las Mujeres de acabar con los estereotipos, y mandatos educacionales, transmitidos por Mujeres también, a que se vayan aboliendo y anteponiendo la igualdad de derechos y oportunidades entre personas, sean del sexo que sean.
Se debaten desde diferentes ópticas pero todas con un punto en común.
Las feministas posmodernas” desde diferentes países globalizan y traen al debate la construcción desde ese sujeto como efecto de la construcción social, que es producto de interacciones sociales que se reflejan y crean dentro del lenguaje, y llevan a cabo una crítica radical al derecho.  Se cuestiona y dejan abierta la discusión y la visibilización de esos sujetos que por derecho siguen sin tener las mismas oportunidades e igualdad determinadas por su sexo biológico, y por lo que culturalmente se ha instalado durante siglos que siendo Mujer, no tienen derechos, esa ley jurídica está confeccionada y dictada desde la perspectiva masculina.
Produciendo la invisibilidad de los sujetos femeninos y de los diferentes tipos de sexos y relaciones que se puedan generar como personas. En esta era Moderna siguen las “exclusiones del campo discursivo del derecho y de las prácticas institucionales y de la noción de ciudadanía.”
Desde las circunstancias de la década de los 80 en nuestro país ARGENTINA, desde el documento que a partir de allí, conceptualizo la desestructuración del género. El documento es de las publicaciones del Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), en Argentina.
En este texto encontramos en detalle “A partir de los 80, se aprecian importantes conquistas en el plano legal que revierten discriminaciones previas y/o colocan como cuestiones de interés público temas previamente considerados de la vida privada. Pero en especial, se gestan nuevas formas de organización y participación pública de las mujeres y producción de discursos que van proporcionando los referentes simbólicos para acrecentar el consenso social sobre la necesidad de una igualdad plena de ambos géneros. Estos años son particularmente fértiles en la producción de estudios e investigaciones en los más diversos temas relacionados con la situación de las mujeres. Así como también, en la puesta en práctica de todo tipo de proyectos, desde socio -educativos y culturales hasta económicos (por ejemplo micro -emprendimientos), destinados a remover los factores de marginación, subordinación e invisibilidad política, especialmente de las más pobres.”[iii]
Recordemos que en los años 80, con la recuperación de los atributos democráticos en las funciones de las Instituciones y la nueva apertura de asociaciones, sociedades de fomentos, articulando nuevamente el campo popular perdido y arrebatado en los anteriores años de dictadura. Comienza para el terreno de la estructuración del género, caminos nuevos y de búsqueda de identidad en todas las personas. En especial en este campo, todas las nuevas teorías y reformulaciones vendrán de la mano de las movidas feministas internacionales.
Otros factores contribuyentes fueron los continuos avances en términos de derechos y participación pública logrados por las organizaciones de mujeres en el plano Internacional. Sus hitos más significativos en esa década son: (1) la realización de la Conferencia de Naciones Unidas para la Mujer celebrada en Nairobi en 1985, (2) la Creación de organismos dentro del sistema de Naciones Unidas dedicados a mejorar su Condición social, (3) la notable expansión de la investigación y la producción teórica de los, así llamados, estudios de la mujer o de género que se afincaron en universidades.
Para finalizar en esta etapa encontramos en ARGENTINA, la reformulación de las Mujeres en cuestión de género, en un proceso llamado por algunos/as: MODERNIZACIÓN EMANCIPADORA, que consistirá en la reafirmación comenzada en los años 60 de las mujeres argentinas en estos años 80 de su emancipación, provenientes desde mujeres profesionales, en su mayoría, comenzando a ocupar y a exigir igualdad de derechos…“esta década se caracteriza en Argentina por la profundización y ampliación del proceso de “modernización emancipadora” de las mujeres. Este proceso de emancipación, cuyos antecedentes más próximos pueden ubicarse en los años 60, gana durante los 80 un nuevo impulso bajo el liderazgo de un sector de mujeres provenientes de distintos ámbitos (muchas de ellas profesionales), algunas de las cuales habían retornado al país después del exilio portando nuevas ideas y prácticas de igualdad con los varones.”
+ info
Bonder,G; Ronsel feld, M. Equidad de Género en Argentina. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD ARGENTINA
fuente

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