¿ERES MADRE PORQUE QUIERES O PORQUE DEBES?
“Lo importante de todos estos trabajos es que presentan a la maternidad como una práctica en movimiento cuya fenomenología y cuyo sentido se modifican conforme el contexto se va transformando. Las madres tienen una historia y, por lo tanto, la maternidad ya no puede verse como un hecho natural, atemporal y universal, sino como una parte de la cultura en evolución continua.”
Encontramos en el texto de lectura: “La Maternidad”(1) de CRISITNA PALOMAR VEREA,(2) que nos permite encontrar mejor una funcionalidad en los cambios propiciados por el movimiento feminismo caratulado dentro de movimientos sociales, como formas constructivas y dinámicas propiciadoras de cambios profundos culturales y sociales.
Este texto, donde analiza y va desestructurando sobre la base de que la violencia sobre las mujeres, se convierte de un tema privado e íntimo a un hecho público.
“En este sentido preciso todos los movimientos suponen la subversión de los códigos culturales dominantes. Pero, tal vez la peculiaridad del feminismo resida en lo que ya señalara Kate Millett, en que el feminismo desafía el orden social y el código cultural más ancestral, universal y arraigado de los existentes en sus diversas manifestaciones (Millett, 1995). Estas razones explican la crucial importancia de la teoría dentro del movimiento feminista, o dicho de otra manera, la crucial importancia de que las mujeres lleguen a deslegitimar “dentro y fuera” de ellas mismas un sistema que se ha levantado sobre el axioma de su inferioridad y su subordinación a los varones. “
Con el tema de la maternidad que se consideraba en lo cultural algo intimista, ocultable, donde refleja que al estar una mujer embarazada hubo copulación, sexo, disfrute o no, abuso o no, pero que siempre el resultado físico de un embarazo caratula y resalta a la Mujer como generadora de… es donde también el feminismo va a dar batalla, ya que desmitifica el sentido natural de ser mujer y ser madre.
Va desestructurando el hecho de que la sociedad nos vea como sólo objetos de reproducción y comienza a fomentar la elección de querer o no ser madre, de decidir o no parir.
La autodeterminación de lo intimista se desarrolla como público al tomar decisión de nuestro propio cuerpo en concepciones que van más allá de la dominación y el sometimiento social y cultural.
Las demandas colectivas se sumergen en demandas privadas e íntimas ya que cada mujer va tomando conciencia de su propio destino y cuerpo. El dominio de tomar decisiones, de ser jefa de familia, de traer el sustento a casa, hará en muchas mujeres un DARSE CUENTA, en seguir tomando decisiones sobre ellas mismas.
Siguiendo en la línea de Kate Millet,(3) donde para ella lo central de desestructurar es la familia, punto clave para concienciar la violencia, los derechos y educar diferente a los mandatos establecidos social y culturalmente.
Cada demanda particular, apela una acción colectiva, para exigir y producir cambios profundos en lo social.
El movimiento feminista de por sí ya es una concepción que rompe con el orden establecido y que crea nuevos marcos y miradas de interpretación.
Establecido por la frase:”Lo personal es político” nos inscribe a cada mujer en hacer público lo que íntimamente padecemos. Tanto en las relaciones interpersonales, en la sexualidad, y desde el trato familiar.
“En ese sentido se partía de la certeza de que el poder no se puede cambiar a menos que cambiemos un sistema de valores que hace parecer natural que las mujeres tengan diferente acceso a los bienes materiales y simbólicos.”
Esa irrupción de las demandas de las mujeres, apela a la acción colectiva, a la solidaridad
Aixa García
Referencias:
Aixa Garcia Avellaneda
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